domingo, 9 de diciembre de 2012

Redes Sociales, ¿Todo o Nada?


Hace un tiempo asistí a un taller sobre gestión de cambios personales y entre otros, nos dieron un dato que me impactó: Un cálculo sobre el cual, la cantidad de información que recibe y procesa una persona de nuestra época y cultura en una 1 semana equivale a la que una de la Edad media recibía… durante toda su vida.

Sinceramente, lo primero que pensé es que los recursos mentales de nuestros antepasados habían sido muy desperdiciados ¡Cuántas cosas hubieran podido hacer sólo con una conexión a Internet! Y ahí me quedé.

Pero en estos últimos días he visto/vivido un par de cosas que me han recordado ese dato (dato por si sólo inútil, para qué nos vamos a engañar) y pensar sobre ello:

Primero: mi propia experiencia. Y es que en mis largos recorridos en tren si, suelo mirarme las actualizaciones del Facebook, leo algunos tuits y retuiteo/ escribo algunos, contesto mensajes del whatsapp… toda una cantidad de información. El escenario es tentador, sentadita en el tren, calor humano rodeada de desconocidos, con la música si apetece… Toda una dulce paradoja de conexión/aislamiento social. Un día llegué a tal concentración con la pantallita que cuando levanté la vista (y reenfoqué: aviso –de paso- que no es nada saludable para nuestra vista), me sorprendí a mí misma pensando: “¡¡Andá!! ¡¡Pero si hay gente aquí fuera!!”

Segundo: lo peligroso que puede ser estar pendiente de whastapp, que ha triunfado por ser gratis, ahorrarnos los sms.. y porque ha llegado un punto que lo tienes porque lo tienen todos tus conocidos. Afortunadamente a mi no me ha pasado, pero sí ha habido gente que me ha contado conflictos “porque no he contestado enseguida, cuando la otra persona sabe que estaba conectada y había recibido el mensaje”.

¿Por qué expongo esto? ¿Ataco la tecnología, las redes sociales, whatsapps, viebers, linkedins y facebooks? No. Yo trabajo con redes sociales, y me gustan. Y utilizo los grupos de Whatsapp y creo que son muy útiles, bastante más que el Messenger en su momento. Pero creo que debemos educarnos y disciplinarnos con su uso, para aprovecharlos mejor.

Los psicólogos siempre estamos diciendo (es como un mantra de la profesión) que debemos educar nuestras emociones. Que nos falta educación emocional, que con más inteligencia emocional sufriríamos menos, o al menos de una manera más saludable. Y es cierto. Puede ser que también debamos incluir en la “educación emocional” el cómo nos relacionamos con los demás utilizando la tecnología... de una manera sana.

Todo va cada vez más deprisa, las actualizaciones son constantes, nos ponen “likes” y nos comentan, podemos discutir en los muros… Todo es inmediato, y la mayor parte de las veces nos gusta. ¡Que te retuiteen gusta! ¿A quién no? Debemos tener en cuenta el impacto que tiene en nosotros estas recompensas inmediatas, son las que nos “enganchan”, y no el whatsapp en si. 

Y somos nosotros quienes debemos tener en cuenta siempre nuestra Responsabilidad en gestionarlas. Esto es, decidir si contesto ahora o puedo dejarlo para más tarde. Decidir siempre YO, da igual si tengo 3 alertas o 300. Y luego no sentirse culpable por no contestar "inmediatamente".

La tecnología y las Redes Sociales son como cualquier otra herramienta: no son buenas y malas por sí mismas, sino que depende del uso que les demos. Y lo decidimos nosotros. Si queremos que sea una herramienta o si dejaremos que la tecnología sirva como excusa del tipo “no es que no sepa organizarme el tiempo de manera eficiente, es que las redes sociales me distraen”.

Decidir qué apetece más, si hacer un esfuerzo para encontrar un hueco en nuestras apretadas agendas para hacer un café o cenar con un amigo o tener conversaciones interminables por texto, ¿no suena más apetecible la primera opción?

Me parece injusto dar a las redes sociales toda la culpa del aislamiento, de la necesidad de estar conectados… Cuando también son un canal para compartir ideas y conocimientos, y a nivel social sólo estamos empezando a experimentar qué efectos y repercusiones tenemos cuando un colectivo de personas expresan su opinión “en masivo”. Empresas importantes cambian estrategias, se convocan manifestaciones, se viraliza información… Estamos ante cambios importantes y es importante estar preparados ante ellos, porque ya los tenemos aquí y nos afectarán.

Se me ocurren algunas ideas sencillas para empezar a gestionar mejor la tecnología y las redes:

1.- ¿Es necesario que estés conectado a toda aplicación? Seguro que no. Quizá con una ó 2 tienes más que suficiente. A más aplicaciones, más posibilidades de dispersión.

2.- Organízate. Decide qué espacio de tiempo te va mejor en tu día a día las utilizas, y siempre dedícales ese espacio y no otro. Si tú acostumbras a tus contactos de Whatsapp/mail que contestas siempre, en cualquier circunstancia… Deberás hacerlo siempre.  ¿Porqué no hablar con tus contactos que les contestarás cuando puedas? Pacta y llega a acuerdos, especialmente con los más “impacientes”. Quizá descubráis que tenéis el mismo “problema”. Ten presente la diferencia entre las necesidades de los demás y las tuyas. Practica el egoísmo saludable. 

3.- Piensa 1, 2, 3 veces o las que necesites qué compartes, qué publicas, cómo y qué contestas… y qué no contestar. Un proverbio famoso reza que “uno es esclavo de lo que dice y no de lo que piensa”. Este proverbio es aún más válido en internet o en mensajes de texto de cualquier tipo. Un 75% del contenido en la comunicación humana es no verbal. ¿Cómo asegurarse que el otro capta la ironía, por ejemplo? Piensa dos veces… y deja los mensajes más complejos para el cara a cara o el teléfono, donde al menos juega el tono de voz.

4.- Ten muy claro para qué utilizas cada canal. Linkedin tiene usos diferentes que Facebook o que Twitter. NO es aconsejable tener a tus jefes y todos tus compañeros de trabajo en FB, al igual que quizás no te interesa tener a todos tus amigos en Linkedin. Te ahorrarás disgustos si no utilizas todas las redes de manera indiscriminada y no das datos personales. Piensa bien para qué las utilizas y con qué objetivos (cambiar de trabajo, compartir información, dar noticias a tus contactos...).

5.- Mantén la atención a lo que te dice tu entorno. Puede ser que sí estés abusando. En ese caso toma medidas.  

Y siempre: son una herramienta, su finalidad dependerá del uso que tú le des.

2 comentarios:

  1. Las redes sociales son como el resto de cosas que componen nuestra vida, nos devuelven lo que les damos. Si les damos nuestra vida nos devolverán un magnífico vacío...

    ResponderEliminar
  2. Cierto, es muy tentador dar la culpa a lo externo cuando tú mismo/a has sido el que le ha dado previamente el control... Al menos, es la idea que he pretendido reflejar. Gracias!

    ResponderEliminar